lunes, 24 de octubre de 2011

Italia, siglo XVIII; decorativismo de un genio

Cuando empecé a introducirme en el mundo del mobiliario, y su historia, me quedé sorprendida, con un personaje y la magnificencia de sus obras; Pietro Piffetti.
Pongamos en antecedentes; la Italia del siglo XVIII, por lo que se refiere artísticamente hablando, había dejado de ser la fuente de inspiración de Europa, ya que a partir de ese momento, la principal fuente pasó a ser Francia ( seguro que habréis oído hablar de los estilo Luis XV i Luis XVI) e Inglaterra. Estas dos potencias europeas pasaron a ser las líderes que marcaron las pautas a seguir a nivel decorativo y artístico.
Por lo tanto, Italia, de fuerte tradición barroca, pasó a nutrirse de estos nuevos estilos artísticos, no sin renunciar a su tradición. Por lo tanto,  el mobiliario de la época, podemos ver como mantiene unas formas contundentes, pesadas y un tanto recargadas, aunque estas estructuras irán evolucionando hacia formas más prácticas y cómodas, precisamente por la influencia francesa e inglesa.
En este contexto, debemos situar a Pietro Piffetti, gran ebanista del siglo XVIII italiano, de la zona del Piamonte.
Sus piezas destilan excesiva decoración, estructuras imposibles, materiales nobles (carey, marfil, maderas preciosas como el ébano, la raiz de nogal o el palisandro), formas ondulantes, pero realmente excepcionales e impactantes. Para muestra un botón....



Piffetti se nutria de su formación clásica y su base barroca para elaborar sus diseños. Excelente maestro de la marquetería imposible que incrustaba en sus trabajos como si de un cuadro se tratara. Pura teatralidad me atrevería a decir.
Cuando miras con detalle cada una de estas piezas, la primera reacción es que como puede ser posible que hubiera existido persona capaz de realizar unas piezas tan cuidadosamente trabajadas, con unas marqueterías tan marcadas, de diferentes materiales, todo conjugado para que realmente estemos admirando una obra de arte que nada tiene que enviadiar a las pinturas o esculturas más preciadas de nuestra historia.
Simplemente os doy un apunte para que podais entender que el arte puede nacer también en esto, en piezas que han formado parte de la historia como meros objetos, pero que realmente tienen un valor incalculable. Evidentemente que no nos encontramos con piezas como estas todos los días, y que estos muebles de factura italiana son excepcionales, pero admirar la belleza de sus líneas, el detalle del trabajo que un simple ebanista plasmó en en un simple mueble. Estridente a veces, pero totalmente sorprendente.
Aquí os dejo unas cuantas imágenes más, para admirar...



miércoles, 19 de octubre de 2011

Primeros pasos, primer trabajo



Mi primer trabajo de restauración, fue un gran reto. Tenia delante de mi una silla, sucia, vieja, sin tapizado, era solamente un esqueleto, al que yo tenía que dar vida. No sabía por donde tenía que empezar, así que lo primero que hice fue inmortalizar el momento.




Después de ver el panorama, empecé por el principio. Cuando te encuentras con un mueble con este aspecto, lo primero que tienes que hacer es intentar visualizar de que tipo de madera está hecho, en que estado se encuentra; si tiene ataque de carcoma, si el barniz está deteriorado o solo es suciedad, si tiene alguna falta de madera o algun fallo estrucutral, etc. Una vez hecho el diagnóstico nos ponemos manos a la obra con nuestra propuesta de restauración; en este caso me dediqué a retirar el antiguo barniz, tintar la madera para darle un tono más uniforme y barnizar de nuevo. Para el nuevo barniz utilicé dos técnicas; primero lo hizo con goma laca, a muñequilla (como se hacía antiguamaente) y para terminar y darle un toque más brillante utilicé el barniz nitro, creando un superfície muy lisa y bastante brillante que admás le da una capa de protección a la madera. En esos momentos, cuando terminé con la restauración de la silla, aún no sabía tapizar, por lo tanto quedó a medias una buena temporada, hasta que me vi con la capacidad suficiente de llevar a cabo el trabajo ( no sin antes una buena formación).
El proceso de tapizado también lo inmortalicé, así que como se dice, vale más una imagen que mil palabras:



        











Y después de muchas horas y mucho esfuerzo, este fue el resultado final.

Quizá no es una pieza especialmente bonita, aunque he de reconocer que por lo menos, elegante es. Pero es mi primer trabajo, mi primera restauración y primer trabajo de tapicería, y por eso le tengo un cariño especial. Solo espero poder mostrar una parte de lo que hago, y que eso os guste.





viernes, 14 de octubre de 2011

Presentación

Una día, hace ya unos cuantos años, decidí que aunque me costara mucho, intentaría dedicarme a mi pasión. Esa pasión es el arte, aunque no tardé en darme cuenta de que este iba a ser un camino muy largo y muy duro, a la vez que una gran aventura, llena de cosas apasionantes. Decidí que debía centrarme en aquello que más me gustaba, ya que el arte es todo. A mi me gustaba poder recuperar objetos del pasado, darles una nueva utilidad, una nueva funcionalidad, o simplemente hacer revivir viejos trastos hasta devolverles su belleza natural y así poder lucir como antaño.
Monté un pequeño taller, sin grandes pretensiones pero con muchas esperanzas depositadas, que a lo largo de estos años se han ido materializando, y que poco a poco se ven los frutos de un trabajo duro, a la vez que interesante y particularmente apasionante.
Espero poder compartir lo que sé, y lo que no sé.